martes, 11 de septiembre de 2007

OPINIÓN: LA ÉTICA Y LOS DOMINICANOS

LA ÉTICA Y LOS DOMINICANOS



Por Víctor Suárez



Ética es una palabra sinónima de conducta, moral, comportamiento.

Es un término, que contiene la acción, la cual, es la sostenedora de la energía positiva de una sociedad, es imposible correr hacia el desarrollo sin un fortalecimiento de la ética.

Entonces cuando usted ve que los que tienen que mantener esa verdad ante su pueblo, la violan cada segundo del día, desde los más altos estamentos, como son el estado mismo y la iglesia como entes reguladores del comportamiento nacional, entonces uno comprende que la sociedad se dirige cada día más hacia el frío desfiladero.

El asunto es que en la República Dominicana, mi querido país, la falta de ética se quedó como herencia desde los tiempos de la conquista, mantenida por la dictadura y continuada de forma ininterrumpida por los demás gobiernos que le han sucedido y eso lo ha adquirido la gente simple del pueblo como forma de vida. Se gastan miles de millones promocionando una inauguración, y no se gasta un peso en la educación cívica de la nación, en el fortalecimiento de los valores humanos.

Sólo en un país subdesarrollado como este, donde las carretas aún venden plátanos frente al Palacio Nacional y las frituras pululan en cualquiera de las más importantes avenidas, en un país sin orden y sin vigilancia, se puede ver aún, a la policía haciendo rondas los fines de semanas por los comercios "buscando lo suyo", como si fueran los tiempos de Capone, los generales en los restaurantes caros descorchando botellas de vinos de cinco mil pesos, con villas en los más lujosos centros turísticos, los oficiales se meten en todo tipo de negocios sucios, los coroneles y altos oficiales "venden" patrullas para cuidar a ciertos privilegiados, y esos mismos forman bandas para atracar a la ciudadanía y luego matan inocentes dizque en intercambios de disparos, pero son los mismos que protegen a narcotraficantes y delincuentes de altos vuelos, los altos funcionarios se vuelven millonarios de la noche a la mañana, los ricos del país hablan orgullosamente de su Santo Domingo querido, pero su dinero lo guardan en Miami. Aquí todo es confabulación, protección entre ladrones, estafadores, sacerdotes, delincuentes, políticos y oficiales, y las masas a la deriva.

Los banqueros les roban el dinero a los clientes, párrocos y ministros evangélicos, acusados de violadores, ladrones y hacedores de fortunas personales.

Y así las cosas van calando desde los distintos estamentos de la sociedad criolla, penetrándola como una serpiente endemoniada, que va derramando lo anti-ético en todo el cerebro dominicano. Periodistas indecorosos que venden sus "verdades", alterando la realidad de los hechos, parcializados con posiciones políticas. Usted escucha los estudiantes decir que está estudiando por si consigue una oportunidad en el gobierno "buscarse suyo".

¿Donde esta la ética de nosotros? ¿que nos pasa? Si vas a la gasolinera tienes que tener cuidado del dependiente porque está buscando la forma de cómo cogerte unos pesos, si vas al supermercado las cosas tienen los precios alterados, productos pasados de fecha, hasta el frutero si le compras unos cuanto guineos, busca la forma de cómo ponerte uno dañado, ese que ya él debió haber tirado.

Los políticos engañan a sus seguidores con mentiras, las muchachas ya no buscan amor y protección de su hombre, si no un hombre con cuartos, no importa quién sea, ni como haya adquirido su dinero, ¿pero que nos pasa? y los valores de la sociedad donde están, quien los promueve, quien los levanta, quien los sostiene. Cada quien está en lo suyo como si el mundo se fuera a terminar mañana.

A veces pienso que mientras más ignorante, se es más feliz, los ignorantes de las realidades se creen que las cosas tienen que ser así y los días les pasan desapercibidos.